Ahora mismo, Ramiro se estaba muriendo. Lo sabía. Nos ofreció, reiteradamente, una explicación razonable. Al menos, eso creía firmemente… que era razonable, lo que estaba sucediendo.
Todos los amigos del grupo, del llamado grupo de Fulgencio Máximo, estábamos al corriente de las aficiones de Ramiro, aficiones que nos parecían totalmente inofensivas.
Marta, su compañera, se había pasado media vida diciéndole que se dejara de tonterías, de hacer cosas raras. Algunas veces nos comentaba que Ramiro tenía el síndrome de Diógenes… o algo similar, que ella no entendía muy bien eso del síndrome.
A nosotros, los del grupo, no nos lo parecía. Si bien era cierto que continuamente recogía cosas de la calle, incluso de basureros, también lo era que realizaba una recogida selectiva y consciente. Siempre tenía una explicación para cada objeto.
Ramiro vivía en un pequeño pueblo y tenía un taller. Era un cobertizo no muy grande, quizá de unos treinta metros cuadrados. Tenía, en el centro, varias mesas, de dispar altura, unidas entre sí. Apoyadas contra la pared, en el lateral izquierdo, visto desde la puerta de entrada, se encontraban tres mesas en línea. Sobre ellas, un ventanal con algunos cristales rotos pero remendados, o cosidos, con cinta aislante. El resto de las paredes estaban ocupadas por baldas hechas con distintas clases de madera, desde aglomerado hasta tablones de obra, todas ellas sobre bloques de hormigón o ladrillos. Todas esas baldas tenían algo en común, estaban totalmente ocupadas por distintas piezas y artilugios.
Herramientas perfectamente ordenadas. Cajas con cosas menudas, medianas y grandes. Motores de lavadoras y otros electrodomésticos, restos de cerebros de material informático, ristras de luces de navidad, tubos de aspiradoras desechadas, pulsadores de timbre de portal, pantallas de teléfonos móviles, latas de todas los formas y tamaños, botes de plástico de todos los tamaños y formas, cables de acero e hilos de cobre de distintos grosores. En fin… un pequeño desguace casero, en el que se podían distinguir varios artilugios.
Marta no estaba al corriente de que todos aquellos artilugios funcionaban. Todos tenían distintas funciones y utilidades.
Marta sí era consciente del hecho de que un artilugio, tal vez el último en el que Ramiro trabajaba, tenía un especial atractivo. Él le llamaba, cariñosamente, el TéTéEquisTresTres. Desde la cocina oía su suave ronroneo, de TTX33, que a veces, se confundía con el de Carlitos, su inteligente gato ocre atigrado que dormía entre los brazos de Snuzz, su pastor alemán… pero eso ya es otra historia.
Me resulta difícil describir el aspecto de TTX33. Demasiadas piezas y cables que interconectaban todas y cada una de sus partes. Trato de hacer memoria, entrebuscando en las más conocidas películas de ciencia ficción… y nada, no encuentro nada parecido. Comenzaba, desde el suelo, con una báscula de baño modificada, a modo de un par de pies. Muchos leds señalaban una hipotética huella de doble planta para los pies. Entre ellos, un display numérico de 5 cifras en color neón. Terminaba el artilugio en un tambor multiperforado de centrifugadora en cuyo interior se acolchaban varios grandes auriculares en las distintas direcciones del espacio interior. Entre cabeza y plantas, por emplear términos que podamos entender, un esqueleto de piezas de acero y plástico sostenía un enjambre de diminutos mecanismos, pulsadores, interruptores y luces de colores que constituían lo que podría parecer un sistema neuronal, el complejo neuronal, del artilugio. TTX33, su nombre, el nombre de un sistema aparentemente vivo, a juzgar por los continuos destellos, ronroneos y chisporroteos.
Y toda esta somera descripción viene a cuento de lo sucedido. Todos, absolutamente todos, dimos crédito a lo contado por Marta, mujer cabal donde las hubiera, que siempre se había distinguido por su innato sentido común, por su inteligencia natural y su ecuanimidad al juzgar las cosas.
Ella cuenta que estaba recogiendo, en el taller, algunas de las muchas cosas esparcidas por el suelo, tarea que debía hacer frecuentemente para poder desenvolverse razonablemente en tan reducido espacio.
Ella cuenta que Ramiro estaba con TTX33, muy pegado a él, haciendo los continuos ajustes en los que ocupaba la mayor parte de su tiempo.
Ella cuenta que notó un notable aumento del chisporroteo y ronroneo. Llego a pensar que se estaba sosteniendo un tipo de conversación. Y cuenta que, tal vez, también había algo más de luminosidad. No sabe en que medida, pero cree recordar que el vello de sus brazos estaba electrizado.
Y cuenta que fue algo instantáneo. Un gran fogonazo de luz rosada, un chack seco, sonoro, como cuando cae un rayo muy cerca de ti. Eso lo afirma contundentemente dado que uno le cayó a unos seis metros y esa experiencia es imborrable. Recuerda cómo saltaron las rocas a su alrededor.
Ella, que miró rápida e instintivamente, vio… vio que no le vio. Ramiro no estaba. Su lugar estaba ocupado por una tenue nubecilla tornasolada que se disolvía entre acero y plástico.
Continuará, claro que continuará... dentro de tres días
Nota del testigo de los hechos:
TTX33 debiera pronunciarse TiTiEqxZriZri. Ramiro decía que su TTX33 admiraba a ErTúDiTú y a SiiZríiPiOu, pero no hay constancia de eso.
TTX33 debiera pronunciarse TiTiEqxZriZri. Ramiro decía que su TTX33 admiraba a ErTúDiTú y a SiiZríiPiOu, pero no hay constancia de eso.
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continuará... |
47 "j i r o n e s del c r i s t a l":
Me pillo el sitiooooooooooooo!!!
PRIMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
Luego vuelvo, que primero tengo que leer :P
Uy! tendre que hablar seriamente con JOTAOESEE a ver si lo va a absorber algun mecanismo tipo bipbipffffsssclicchof antes de que me firme la poliza de seguros...
Una foto, es una foto y si conlleva historia ya es algo mucho mas que una foto. Es, una foto con historia y a mi esto del "continuará", me intriga..., me reconcome... jajaja
Joe, tu si que sabes, tienes el ojo en total conexion con la neurona!!! jajajaja
aloubeepbeepsplasssshhhh
Ah! pues yo no me quedo sin el triplete!!!
jijijijiji
preciosa historia me encnata me he kedado con ganas de mas. Por otro lado una imagen increible. saludos campeon. Por cierto ¿ kien se keda sin triplete? jejeje
A mí estos artilugios me dan mieditis, porque se sabe como empiezan, pero nunca como terminan y si no que se lo pregunten al amigo de Fulgencio.
La foto al texto y el y texto a la foto, que tanto monta...
b9b
Ese raniro parece un genio loco. ¿Ha inventado la máquina del tiempo?. Espero anisosa la continuación, estoy segura de que será de lo mñas interesnte y nos aosmbrarás. La imagen me recuerda al interior de aquellos aparatos de radio antiguas.
Muchos Güichisssssssss
No nos puedes dejar así durante tres días. Espero con impaciencia la continuación. Genial. Saludos.
¿Has leído últimamente a Stanislav Len? En algunos aspectos parece que te ha inspirado.
Un abrazo (catódico, claro).
Joer Ñoco, nos dejas con la miel en los labios ... Yo me pregunto ¿qué es antes, la foto o el relato?
Pues a la espera quedo.
Un abrazo
voy preparando las palomitas...
Plis, quiero que pasen estos tres dais :)
quises
Madre mia!!!! este relato ahora y yo con estos pelos. Mi ordenador que dice que el psdlc no lo reconoce, el siverprodelosh que no se instala, y tu con esto.......pero bueno...que yo soy una persona normal, pero porqué me tienen que pasar estas cosas a miiii.
JIJIOJIJ
besines
Las imágenes y el texto me recuerdan a una película de ciencia-ficción de serie B de los 50's, 60's Cuando de niño iba a la sesiones continuas de programa doble. Saludos
Esperaremos a la próxima entrega para saber el destino de Ramiro...
Saludos.
Estaré pendiente, cuidado con las maquinas que nos rodeamos no vayan a transportarnos a un lugar peor que en el que estamos... Virgencita que me quede como estoy jejejej. Un besito
quierolapróximaentregaya!
Buena fotografía; donde estarán esas lámparas catódicas.
Pues no se hable más a esperar tres días por el continuará.
Saludos
Supongo que sería un viaje para evadir la realidad.La máquina de sus sueños construida con elementos desechados.Me intriga el relato. Estaré pendiente. Espero que encuentre el camino de vuelta.
Un abrazo.
Interesante historia, singular, espero la continuación.
Un abrazo.
me tienes en ascuas.
Esperaremos pues con impaciencia la continuación con el consiguiente desenlace.
La foto preciosa, aunque he de confesarte que por más que la miro, no acabo de entenderla. Tal vez por eso me gusta tanto....
Mil besos y uno más
En mi pueblo dirian que quedó hecho un pajarito.
Un disfrute leerte, no te me pierdas por otros vericuetos.
Expresiones
Piedra
jejej al final la foto ha podido mi curiosidad y he leído el relato. La foto describe muy bien el espíritu del cuento , si fuese editar la elegiria para la portada del libro :)
já estava com saudades, destas palavras, destas imagens :)
Ñoco, reitero que tienes la habilidad de dejarnos boquiabiertos con tus relatos y tus fotos!
Ahora, además, ansiosos por saber como continúa la historia! :)
Besos
Beautiful motive !
Sooo nice in tones and shapes. I see a face!
Te leo en el aniversario de Julio Verne y no puedo por menos que asociarlo a tu entrada.
Besitos...aquí, esperando.
Love your photo. It's a stunning monochrome black and white. It's amazes me and captured my attention.
que cosa es lo que esa cosa es?
(yo también admiraba a Erredosdedós, a ver si voy a ser la cosa que se llevó a Ramiro)
Vaya, ahora me quedo con la incertidumbre y las ganas que sea una máquina del tiempo...si es eso, me pido la primera para transportarme...:p...muy buen relato y en espera de la otra parte me quedo...¿ donde estara Ramiro...? ahhh....
Magnifico procesado.
Enhorabuena
Estupenda toma y bien procesada...excelente el relato...que quedo a la espera para seguir degustandolo. Mis felicitciones. Saludos.
Ramón
Buena vista y mejor ingenio. Impaciente estoy...
Saludos
Hola ñOCO, veo que Ramiro también es muy creativo, como tú.
Espero con impaciencia la sengundaa entrega de esta historia...
Un beso
La foto es bonita, un blanco y negro muy apropiado a la temática. Me perdí ese museo, habré de tenerlo en cuenta la próxima vez.
En la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia estuve en una visita al museo de la electricidad que me la recuerda.
Por primera vez, me leí la larguíiiiiiiisima historia inconclusa, así que volveré a ver como pergenias un final acorde.
Biquiños
¡Como me ha gustado esta historia! Porque uno de mis sueños es poder viajar desintegrándome y aparecer en épocas que me gustaría curiosear.
Ay este Ramiro, acumulando cosas, pero si le sirven para ejercitar la imaginación y los anhelos me parece bien, además es conmovedor que lo tenga tan ordenado.
El TiTiEqxZriZr luce mono y muy vintage.
Mis amigas dicen que soy rarita porque me atraen las máquinas por dentro, los ingenios y la chatarra melancólica.
Un abrazo, ñoco
Me dejas sorprendida e impaciente. Mientras imagInaré algún desenlace, que seguro no tendrá nada que ver con el que elijas.Me ha recordado a una historia cercana. Un abrazo.
Estupenda historia, donde esta Ramiro que es esa máquina ttx33, bueno nos tienes esperando, me ha gustado mucho esta primera entrega, saludos...
Madre mía, estoy deseando que el relato continúe, impresionante.. espero y un saludo.
Esta historia relatada de tu amigo tecnológico y amanuense, promete...Yo me pierdo ante tanta tecno, pero no me perderé la segunda parte... Espero que avises.
Besicos.
.......y ahora que por fin he podido cerrar la boca...ahora te digo que la foto es muy buena, con sus toques de desaturado estratégico y todo, pero que esa historia me ha dejado impresionado...tú no habrás escrito alguna novela, no???...porque si fuese así, dímelo para comprarla, y si no es así...a qué coño (con perdón) estás esperando???
Felicidades...y por supuesto, espero el próximo capítulo entusiasmado...mientras recibe un cordial abrazo, amigo mio!!! ;)
Historia absorbente y fotos adecuadas. Ahora bien: ¿dentro de 27 años nos alimentaremos por ósmosis? y los chuletones de cebón ¿dónde estarán? ¿y las setas de cardo? No sé, no me convence ese futuro...
magnifico material inútila, ou talvez não
excelente história, vou já a correr ver a 2ª parte
hasta luego
Te hice caso y leí esto primero, seguro que en la próxima entrega no queda ni rastro de Ramiro, se habrá volatilizado, tal vez nos cuente su experiencia desde las alturas... ¿o quizá desde las profundidades?
Sigo.
Besos, Ñoco.
Estar rodeado de toda clase de artilugios, dedicándole muchas horas (al igual que ha internet...ejem,ejem) puede producir determinados efectos secundarios, tal como fusionarse con el aparato y llegar a volatilizarse...
leeré la segunda parte.
Creo que el chisporroteo se debió a la coincidencia en la obsolescencia de las bombillas...todas estaban programadas para el mismo día ¡Maldición!
VLovroeats.
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