by AiYiYi
Mirando faros, había empleado más de media vida. Invariablemente se había sentado a mirar un faro, donde quiera que fuera, donde lo hubiera. Siempre lo había ya que sus viajes los programaba, inexcusablemente, por la costa, por cualquier costa. Se sentaba mirando al faro y mirando a donde el faro miraba. De miradas se trataba.
Le gustaban los faros. Sus formas y sus colores, que de colores los había. Todos le gustaban sin importarle su altura o detalles técnicos de su construcción. Decía que todos tenían su lado bello, el lado de su mirada.
Le gustaban los faros. Sus formas y sus colores, que de colores los había. Todos le gustaban sin importarle su altura o detalles técnicos de su construcción. Decía que todos tenían su lado bello, el lado de su mirada.
Ahora, sentado en la punta de un pequeño cabo, atado a sus
rocas, ya que sus pies parecían haberse fundido con aquella caliza de sesenta
millones de años, miraba sus faros. Uno, por el rabillo del ojo, a su
izquierda. El otro, al frente, a 1,079 millas, y el más lejano, a 6,479. Él
prefería hablar en millas, aunque por tierra siempre se hubiera movido en
kilómetros.
De tanto observarlos llegó a enterarse de su secreto. Se
hablaban entre si. Así me lo contó, aquella vez que estuve sentado a su lado
mientras grandes olas de seis metros pasaban por nuestros pies. Por nuestros
pies, no bajo nuestros pies. Él, adherido al cabo. Yo, aferrado a él. El
viento… zarandeándonos. La espuma… lamiéndonos.
El faro de la izquierda, a un tercio de milla hacia el
noroeste, desde sus treinta metros de altura, emitía ráfagas incandescentes con
una extraña fórmula, un periodo de 0.4 + < 2.1 > + 0.4 + < 7.1 > = 10. Él sabía lo que significaba. Yo no. Además sabía de los horrores realizados a
sus pies, en una incivil guerra. Yo también.
El otro, también cercano, enclavado en una pequeña isla a
poco más de una milla, estaba muy triste desde que lo habían descabezado
descendiéndole a la categoría de baliza. Aún así, muy digno, lloraba ráfagas de
uno más dos blancos destellos cada veintiún segundos… como el peso del alma…
dicen… Y yo me digo que para mí nunca será una baliza, será un faro que nos
mire desde sus casi treinta y nueve metros sobre el nivel del mar, que en días
de sur será acariciado por espumas blancas de olas azules hasta que el infinito
reloj de arena agote sus granos.
Y el último, el más lejano, a 8,2 millas de distancia, se
comunicaba, con quién quisiera verlo, a base de tres ocultaciones cada
dieciséis segundos. Sus 17 millas de alcance doblaban la línea del horizonte,
asomándose al amanecer. Dieciséis metros de altura no es mucho para su orgullo
pero con el acantilado sobre el que se erige alcanza los 60 y le hace aparecer
entre los cabos recitados por los escolares de hace años…. cuando se recitaban
los cabos y golfos… y también las letanías. Ora pro nobis peccatoribus.
Hasta ahí, todo normal. Una historia de faros y de un
amante de faros.
Anselmo se llamaba. Bastantes veces había estado con él,
siempre en días soleados, cuando me apetecía pasear por ese bello recorrido de
la única ciudad del cantábrico que mira al sur. Era un itinerario frecuentado a
cualquier hora del día. Para algunos, era su ruta del infarto. Les habían
recetado andar luego andaban.
Un día me dispuse hacer un paseo nocturno por esa zona.
Quería hacer algunas fotografías en las que las luces de las playas fuesen las
protagonistas. La zona a la que me refiero es el hermoso paseo, ya citado, el
que conduce a ese pequeño cabo, un cabo ‘menor’. Llevaba una pequeña linterna,
para ayudar a la tenue luz de aquella luna en cuarto creciente que peleaba
incruentamente con unas breves nubes. A medida que me acercaba al cabo, creí
percibir una exigua luminiscencia, similar a la que emite una luciérnaga. Tardé
un casi nada en confirmar mi intuición. ¡Era él! ¡Anselmo! No sé precisar la
duración de un casi nada. Juraría que son sólo segundos. No sé cuántos.
También él me reconoció, en la penumbra. Reconoció, sin
verlo, el gesto de preocupación de mi cara. No mostró sorpresa alguna al
encontrarme por allí, a esa tardía hora en la que las sombras se
enseñoreaban de las rocas. Me tranquilizó al comenzar a hablar. Cómo un
manantial… así brotaron las palabras.
Me explicó qué, en ese momento, estaba en comunicación con
varios faros gallegos. El faro de Touriñán se quejaba de que nadie sabía que
era él quién se situaba en el punto más occidental, que el mundo plano se
acababa allí, a sus pies, que allí comenzaba el Hades. El faro del cabo Vilán
le estaba contando, como si fuera en directo, que estaba asistiendo a un
naufragio, en el qué, afortunadamente, no había pérdidas humanas. Hizo Anselmo
un inciso para recordarme aquel famoso naufragio, el del ‘Serpent’, que dejó
allí mismo, durmiendo, 173 sueños salados, cerca de aquellos enormes graníticos
cantos rodados. 173 almas en sueño eterno vigilando galernas y tempestades.
Esa febril actividad, me confesó sin rubor alguno, la
tenía durante largas oscuras noches en las que la luna no distraía su
comunicación con un sinfín de faros. Mientras me hablaba, se interrumpía
constantemente con noticias de otros fanales. Mantenía, Anselmo, un triángulo
amoroso con todos los gallegos y con los de la Bretaña francesa, no importándole,
de vez en cuando, el contacto con cualquier otro de cualquier costa, sin
considerar distancia alguna. Al parecer, la curvatura de la tierra no era
obstáculo. Jugaba con las palabras y me decía que le encantaba el faro de Faro,
que le traía frescas historias de Ilha Formosa. Daba por supuesto que yo sabía
la geografía de El Algarve.
Noté una extraña sensación. Muy extraña. Fue casi
repentina. Me sobrevino en un instante en el que disminuí mi atención al ameno
discurso de Anselmo. No sé si estaba siendo objeto de una alucinación, o de
algún fenómeno paranormal, pero creí entender algún mensaje de un cabo del fin
del mundo. No sé si me hablaba el de Fisterra, del Camino de Santiago, o tal
vez el Finistère de la Bretaña francesa.
Hasta noté alguna interferencia del faro de Maspalomas.
Miré mis pies. Me dio la sensación de que se estaban pegando al suelo. Miré los
pies de Anselmo. Estaban realmente fundidos en aquella piedra caliza de sesenta
millones de años. Puse más atención. No percibí movimiento alguno en sus
piernas, sus pantalones no eran movidos por el viento. Su torso no giraba, sus
brazos no se movían. Comencé a sospechar que Anselmo se estaba petrificando.
Suposición ridícula pero suposición. Le miré a los ojos. Aquellos ojos emitían
una extraña luz, muy brillante… y en destellos que estaban iluminando el
horizonte. No me quedé a contar la frecuencia.
Notas al pie del faro:
Cabo Mayor y Cabo de Ajo, con
sus faros, son cabos cántabros a
recitar.
El Cabo Menor no se recitaba.
El faro de la Isla de Mouro, será siempre un faro, aunque sea una
baliza.
*
Segundo Premio
I Certamen de Relatos Cortos
Asociación de Náufragos de la Mar
Santander, mayo de 2012
*
531·CR161·121028 · Sentado mirando faros ©2012 402110418-Santander-Isla de Mouro-130-w ©2011 |
*
79 "j i r o n e s del c r i s t a l":
Toma, qué bueno...
Me gustan los balizamientos, entre nieblas.
Salud y Libertad
dl·A
¿Segundo premio?... El relato iba sin la foto ¿No? Porque la imagen es de premio gordo.
Abrazos brumosos.
Love it
Jo que relato! magnífico. De todas maneras, la imagen con que has ilustrado la narración está que se sale, maravillosa, entre brumas y unos matices celestiales espectaculares. Me encanta.
Un abrazo
Quizas Anselmo era solo un fiel reflejo de lo que experimento, una forma, una figura, puede que hablase consigo mismo, por que le invadia la soledad mas absoluta, suelen ser solitarios, o quizás una leyenda, una fabula o simples experiencias de antaño que esta presente en su memoria, los faros son todos bonitos y en cierta manera tiene algo de especial, no hay ninguno igual, en eso coincido, merecido segundo premio, seguro que si, me alegro por ello y por otra parte, denoto que esta foto me es familiar, la recuerdo perfectamente, pero en otra epoca del año, una en la que anselmo seguramente estara empapado de nieve.... Anselmo es un faro, o no.
Un abrazo ñoco y fabulosa entrada, cuidate amigo, buena semana tengas.
Un brillante relato y una excelente fotografía para ilustrarnos la historia.
Magnífico!
Abrazos.
Sentada mirando faros, sólo te diré
Besicos, escritor.
Nada más
Deliciosas tonalidades en esta brumosa mañana marina. Exquisita foto. Un abrazo.
Fundirse con los faros y emitir destellos es convertirse en ellos.
Un relat tan tendre que no hauria estat bé no publicar-lo aqui i... quina sort si 'sentado puedes mirar y ver esas maravilla'.
Gràcies a tu, alguns s'atreveixen a enfilar alguna paraula.
La foto i el text dignes d’una mirada com la teva.
En su día ya ya lo dije 'hay veces que tendría que haber dos primeros premios'
1M2M3M
Sabes como ilustrar una foto de manera que todo sea un conjunto en si mismo.
Un abrazo
Maestro, faro, guía....
Un abrazo.
Joooo...vaya fotaza, loco!!!
Me he quedado prendado de semejante imagen...ya luego, tras leer el relato y lo de ese merecidísimo premio, la cosa se ha disparado...y he sentido una gran y sincera alegría por ti y por el trabajo que realizas, amigo!!!
Felicidades y un abrazo grande, puntal...nunca mejor dicho!!! ;)
Yo me habría quedado :D
Siempre he querido ser farera, o bueno, es lo que dice mi santo porque soy asocial, jaja. Si quiere ir a alguna parte y yo digo "no, que habrá gente" dice eso: farera, tenías que ser farera :D
Me gusta mucho el ritmo del relato, me dan ganas de aprenderme también la geografía del Algarve y voy a llevarme el link de este post adonde otra amiga que también anda de faros
Un abrazo grande, Ñoco. La foto está en mi fondo de pantalla. Sí, denúnciame a la SGAE ;)
Beautiful soft image, so perfect for the lighthouse and sun together :^)
a big congratulations to you : )
and thank you for a very SPECIAL novel (written on the magic keyboard)
which I read with great pleasure (in English)
your image is so soft and appealing
this is a great post
hugs, Susanne
Los faros son una de mis debilidades. "Aquí", rumbo sureste, tengo uno para Anselmo, su cadencia es 1.4-1.4-1.4-1.4.... Hubo un tiempo en que observarlo era casi un ritual, hipnotizante 1.4-1.4-1.4... La ampliación del puerto, con su exceso de luces brillantes, no ha conseguido ocultarlo, y entre las horribles farolas halógenas, me sigue llamando 1.4-1.4-1.4...
Bellísima la foto, entra por la mirada como una aguja hipodérmica.
Te dejo un beso, Ñoco.
Me dejas embobecida entre historia y foto.
Todos tenemos algo de Anselmo, es que la luz nos cautiva. Y si es la que sale de un faro, querido Ñoco, más, pues nos trae ese halo de magia e infinitud que no logramos atrapar.
¡Ay, los faros...qué te voy a contar que tú no sepas?
Preciosa historia para un foto maravillosa, como la seda, como las alas de una mariposa.
Besos.
Y besos.
Gran compentración entre esa elegante foto y este mágnifico relato, merecedor de premio. Saludos.
He llegado aquí desde la ventana de Cabopá y no puedo menos que quedarme después de las imágenes y palabras tan bellas que aquí muestras.
Saludos !!!
Claro que se merece ese segundo premio Ñoco (y entre nosotros, el primero también). Desgranas historias cortas, un pequeño mundo que creas en pocas palabras y siempre me quedo fascinado. Además la fotografía acompaña perfectamente, tiene una luz fantástica.
Un abrazo
Maestro en el arte de la fotografía y también maestro en el de la escritura. Y no se da mal tampoco el poner música a una secuencia, que yo lo vi y lo oí. ¿Hay algún palo que no toques?
Salu2
Asistimos a un metarelato de este artista que no solo sabe del manejo de la pluma, sino de cámaras fotográficas e instrumentos musicales electrónicos digitales. A propósito nombro los instrumentos y no el arte. Pues el artista a fuerza y costumbre de su relación pericial con ellos termina incorporándolos como parte de su cuerpo y de su espíritu. A mayor virtuosismo en el manejo de la técnica mayor el manejo y relación con los medios que le hacen posible. El talento de los catadores y su sobresaliente desarrollo y especialización sería impensable sin una estrecha relación de su sentido y la materia a evaluar y sus medios. Relación que nos entrega esa metapercepción donde lo material y lo espiritual lo inmaterial son uno y lo mismo. En este relato la comunicación a traves y a pesar de las distancias entre los oceános rocas, humanos, técnica, agua hacen un conjunto que se armoniza en torno de un propósito oculto en lo cotidiano y que la mirada del arte devela y revela hasta deslumbrar lo vivo de su magia.
Un abrazo artista y felicitaciones por ese meritorio reconocimiento!!!
La verdad es que me gustan tanto el relato como la foto, pero la foto es una autentica maravilla y mas para un aficionado a la fotografía.
Un abrazo.
Esa bruma es extraordinaria, que momento
Aquí estoy mirando ese faro que parece que emerge entre nieblas. por si emite algún mensaje y leyendo tu historia.
Siempre me han llamado la atención. El último que he visto este año es el de Cabo de Gata,en todo lo alto del acantilado.
Un beso.
So dreamy and utterly magical!
Beautiful photo.
Love the light and colours.
From Hilda
Tétrica pero a la vez evocadora foto. Me gusta el microrrelato.
Saludos.
Saludos de USA.
La photografia es impactante, ma-
gica. Fue un sueno? No se. Lo u-
nico que se, es que me encanto.
Sin palabras.
Love.
Cotiti.
hijo mio lo bordas!!!
Cuando leí este relato por primera vez, aún sin premiar, me pareció fascinante.
Ahora, cuando lo leo, por enésima vez, ya premiado...creo que me he quedado fundida en él.
B9B
que maravilla de relato que maravilla de foto, aqui una enamorada de los faros y yo pensé que era la única loca que les hablaba...no estare tan loca...una pasada de post
Una imagen preciosa, me dispara la imaginación. El texto me ha atrapado de principio a fin. Magnífica combinación. Enhorabuena.
Un abrazo
Enhorabuena, querido Ñoco. Este relato es todo sensibilidad. Tú no imaginas palabras, las sientes y brotan desde el centro de ti mismo.
La foto ya es en si misma un poema.
Un beso admirado
That is such a beautiful photo, I love the coast but so rarely see it.
Que belleza entre la niebla!! Un post excelente, un relato fascinante y la fotografía genial. De premio, vaya!!! FELICIDADES!!!
La fotografía, miquerido ÑOCO, increíble.... meencanta la niebla y aquí, como que está todo difuminado en ella. No sé si he intuido más que leído ( este texto es de los más densos que te he leído, naaada minimalista ¿eh? Mmmm ten cuidadito, a ver si al final te vas a contagiar de mi barroquismo:-) bueeno...
Te decía que me ha parecido ver como una metáfora soterrada bajo todos estos faros... como si equipararas la niebla al estado actual que vivimos y esos faros milenarios esos puntos de luz que a pesar de todo están ahí y a veces vemos in extremis... a veces como en la guerra civil, naufragó la nave por no verlos... y este ANSELMO, cuidador y conectador de faros ahí petrificado emitiendo y recibiendo sus señales desde FARO a FISTERRA Mmmmm qué maravilla ... ¿¿tú crees que seremos capaces de ver algún faro antes de que esta nave se vaya al fondo?? a veces, aun siendo el optimismo con patas, hasta lo dudo.
En fin... me voy ¿ves? a veces desenfocar y difuminar no es tan malo, aquí realmente genial... ya .. ya sé que yo no sé enfocar, yo, emborrono:-)
Merecías ganar, fíjate... aun sin saber siquiera cómo es lo que hizo el ganador.
¿Sabes a quien me ha recordado tu foto? no sé si la conoceras... no tiene que ver nada, solo por la sensación de difuminado, creo que te gustará si no has visto sus fotos MIRA, PARA TI:-)
Graaacias...
Un beso muuuy grande y feliz día, ÑOCO.
Me he sentado ante esa luz de Mouro, espléndida, y ante el texto marca de la casa. Felicidades y enhorabuena.
Expresiones
Piedra
Me gusta la foto y me gusta ese faro de Isla de Muoro que he tenido la suerte de poder contemplar, Ñoco, así como esta bella narración sobre estos vigilantes de las costas como protagonistas y sus diálogos. Cuantas historias habrán contemplado estos faros. Mi enhorabuena por ese merecido premio.
Saludos.
Felicidades, tanto por la foto en sí, como por el relato y el premio, por supuesto...
Un saludo...
La foto es muy evocadora y... espectacular, Ñoco.
Y qué decir del relato, que he vuelto a revivir la emoción que sentí oyéndolo frente al mar, (uno de esos momentos para guardar)
Allí estábamos los tres, yo esperando que Anselmo se despegara de la piedra y se nos uniera para contarnos también con su voz cómo es eso de dedicar la vida a mirar faros.
Enhorabuena de nuevo, Ñoco.
Un abrazo,
Un tipo estraño el tal Anselmo, pero después de ver imagenes en directo como la que tu nos traes, una y otra avez, cualquiera se quedaria petrifucado y disfrutando del panorama.
Te felicito por el premio, te lo mereces, escribes de maravilla y en más de una ocasión así te lo he comentado.
SAludos.
Bonito ocaso brumoso lleno de tonalidades... nostalgia.
Un premio merecido ese relato, ¿es tuyo, Ñoco?
Me gustó la combinación de ambas cosas. Maridaje perfecto!!!!
Me encanta la foto. Felicidades.
¿Te has preguntado por qué motivo el sol aparece deformado cerca del horizonte?
Un abrazo,
Curioso, en esas aguas esta el protagonista de "Cerebro"
kpax
¡Chapó!!
Voy a cerrar los ojos aquí sentado mirando el minifaro de mi minimuelle para ver Faro Silleiro, donde tantos buenos ratos pasé sentado con su farero, que luego iría al de Touriñan.
Este relato está también nominado al Premio Amado Blog, en la clase de blogs de poesía, que se otorgarán antes de que el año acabe.
Yo te habría dado el primero! Siempre es bueno barrer para 'casa', no? Un abrazo y felicidades.
Es un relato de primer premio. Enhorabuena.
un abrazo
fus
Very beautiful !!
groayla
La fotografía es de una belleza impresionante y encima complementada con este excelente relato. Felicitaciones ñOCO por esta genialidad. Un abrazo y feliz fin de semana.
Ramón
La foto y el relato son estupendas.Un saludo
Touching posts, both - the last one and this below. Gracias, Amigo.
Fotografía y texto consiguiendo una fusión mágica, me han emocionado completamente...
Debiste obtener el primer premio, sin duda alguna.
Un besito
una foto para soñar!!!
Los faros nos guían y muchas veces la luz de los ojos es un faro para comprender el camino que debemos de tomar.
Saludos
La foto exquisita.
Tengo un dilema... y es que no sé con qué quedarme, si con la foto, con la historia de miradas, o con el nombre de la Asociación... "Asociación de Náufragos de la Mar"... (Asociación de Náufragos de la Vida)
Menos mal que no hay que elegir, y me puedo quedar con todo.
bSôS.
siempre belas! ;)
Querido amigo,me has dejado emocionada. Que incluyeras ese faro al que veo todos los días desde una de mis terrazas y por pasar mil veces junto a él cuando navego por la ria y pasamos al mar, ha sido todo un regalo.
Estamos aconstumbrados a leer tus textos pero no por ello dejas de sorprendernos una y otra vez. Este en particular me llega especialmente.Es una história preciosa, y en cierta manera un homenaje a todos esos faros o mejor dicho a los hombres que hicierón de su oficio un servicio impagable.Comprendo a Anselmo... mi versión del desenlace es que prefirió tansformarse en lo que en su vida humana le fascinó. Habría que darle el nombre de Anselmo a algún faro...yo ya no podré mirar a mi faro de la isla del farol como antes, pensaré en tu relato y hoy mismo le haré los honores confirmandole, Anselmo.
Un abrazo muy fuerte y comparto esa alegria de tu premio, no es para menos!
La toma es espectacular amigo, minimalista diria yo, sea como se excelente trabajo...
Y de mirar se trata y de disfrutar viendo. Muy hermoso. Saludos.
Hermoso! Just stunning!
Querido amigo:
Felicidades por ese merecido premio, pero sobre todo por el relato...bueno, por la "foto" también.
Yo creo que Anselmo es otro de los faros. No uno cualquiera. Es el faro que vigila a los faros. Es como el faro madre...
y, el objetivo de tu cámara, de tu mirada, es el faro vigía.
Aquí tenemos dos faros: el de la Caleta y el de las Puercas, aunque seguro que ya lo sabes.
Beso3
Una magnífica conjunción de imagen e historia evocadoras. ¡Mi enhorabuena al escritor y al fotógrafo! ¿Qué fue antes?
Saludos.
Y yo no había comentado ya aquí??? ummm me inclino a pensar en que si... y mis inclinaciones me indican que blogger inclinó mi comentario a su papelera de reciclaje.
De todos modos que sepas que me inclino hasta el suelo ante semejante texto y foto :)))
Bicos que te inclinasssss!!!
Me he quedado fascinado por la imagen, el premiazo (que para nosotros como el primero) y por el texto tan detallado. Nos has ilustrado sobremanera.
Que mejor que un cántabro como tu para estas dos hermosas lecciones.
Felicidades!!!.
Un fuerte abrazo.
Magnificos texto y foto. La foto es todo un momentazo. Lo tiene todo. Un abrazo.
Leer un relato así a esta hora de la tarde como que reconforta y te calma el alma.
Sencillamente precioso al igual que la foto.
Enhorabuena por el premio!!!
Un abrazo.
Fotografia Juanjo Mediavilla
Observo en la magnífica foto una gran luminaria, algo más distante, con la que comunico ,diariamente siempre que puedo, con mucha atención. Los hombres notaron hace mucho, mucho tiempo, su importancia como "faro" a la hora de caminar por los mundos perdidos del Cosmos.¡Acostémonos antes de que entinten las luces del crepúsculo. Felicidades
Tienes una imaginación desbordante amigo...esta lectura me acompaña en la noche y así me voy despidiendo de este intenso día...
No se como darte las gracias, porque relatos así son de agradecer...y el premio es más que merecido...
La foto?...no había otra mejor...
Un abrazo enorme bOLO!
Siempre sorprendes, siempre...
¡Enhorabuena, ñoco! Un premio muy merecido. Antes de que se me pase, la foto está genial, es una belleza, me encanta la textura, la luz, el color, transmite mucha serenidad. Y es de premio, también.
Has trenzado un buen relato. A mí también me encantan los faros, tienen algo romántico y mágico, me gustan todos, también. Los faros están vivos, hablan entre ellos, tienen sentimientos, “Llorar ráfagas de destellos”, bueno, eso es muy poético. La magia del relato te envuelve. Me encantó. Solo alguien que los ame tanto como Anselmo puede llegar a descubrir su secreto y mimetizarse con ellos. El narrador se va justo a tiempo, sus pies ya estaban pegándose al suelo.
Es un relato onírico, mágico y a la vez creo que también metafórico, coincido con María. Los faros son símbolos de luz, de guía en la oscuridad… Y muchos relatos tienen más de una lectura. Espero que nos guíen a buen puerto, porque ahora vamos un poco a la deriva.
Te felicito y te dejo un beso,
Margarita
¡¡¡Enhorabuenaaaaaaaaaa por ese premio!!! La verdad es que el relato es muy bueno, muchas felicidades, me alegra mucho.
biquiños
otra vez compruebo que no sólo la fotografía se te da bien... un merecido premio, felicidades.
la foto es para quedar sin habla, perderse en esas brumas... estuve mucho rato mirándola, parece un paisaje irreal.
Belíssima! Sem palavras para descrever esta beleza, Ñoco.
Abraço amigo.
Me encanta esa baliza, ahi que estar ahi, para hacer esa foto, y el relato me ha encantado.
Un saludo.
fotografía hermosa! disculpe pero tu comentario no aparece en mi blog.
hasta pronto
Pues sí que es hermoso este faro...Una preciosidad de captura, sí señor...Unido al texto, totalmente merecedor del premio, lo hace si cabe más hermoso...
Gracias por tus comentarios...Pórtate bien que en breve vienen los Reyes :-)
Un abrazote desde tu Gran Canaria :-)
Noemí
Esta es , esta es.... no encontré la palabra en su día, y sigo sin saber decirla.
(ya te la robé en su día, lo confieso)
El faro siempre será El Faro, auqnue sea baliza, sí que sí.
Buen relato, me gustó, y al releerlo.
Besos
Ío
Qué maravilla, Alfonso.
La foto es preciosa, increíble. Y el texto me has emocionado. Qué riqueza sentir ese amor por los faros, que nos hacen verlo como seres animados que interactúan entre ellos y con nosotros.....y hasta terminamos siendo una extensión de los mismos.
Enhorabuena por este Premio, creo que muy merecido.
Gracias por traerme hasta aquí.
Besos!
bueno estoy atrapada entre el texto y la fotografía, premio merecido felicidades!!
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